01 enero 2007

Hasta siempre

En primer lugar, feliz año a todo aquel que alguna vez haya leido, lea o vaya a leer estas palabras.
Y en segundo lugar, quería comunicar que serán las últimas que comparta con todos vosotros desde aquí, desde este rinconcito blanco en el que sopla el viento.
Este blog nació de la profunda necesidad de gritar sentimientos, emociones, ideas... que sentía que debía, no sólo escribir, sino también compartir con alguien. Así que, aunque me costó, acabé sentándome al borde del camino, y todo el que pasaba por allí podía leerlas. Y eso me hacía descansar, imaginar, soñar nuevas palabras...
Siempre he sido muy consciente de mis muy escasas aptitudes literarias, pero llegado ese momento pesó más la necesidad de elevar al viento lo que sentía mediante palabras ñoñas y hasta infantiles que lo que pudiera pensar nadie sobre mí al hacerlo. Y fue una decisión más que acertada, de la que no me arrepiento lo más mínimo (Gracias, Ole, por animarme a hacerlo).
Pero ahora el mundo ha girado, y ya mis cicunstancias son otras:

Ya no huele a sueños, sino a proyectos;
ya no me habla de soledad, sino de búsqueda;
ya no me hace llorar, sino sonreír...
Sí, puede que el aire ya no sea el mismo;
o puede que quién no sea el mismo sea yo.

Siento que, poco a poco, he ido sacando todo lo que llevaba dentro, lo bueno y lo malo, las lágrimas y las sonrisas, y que ya no me queda nada que compartir con los que visitáis esta casita. Mi ilusión por escribir no me permite ahora regalaros lo que cada uno de vosotros merece.
Por eso, porque es ley de vida que todo lo que nace, muere, es aquí donde se extingue el aliento de "Aires Nuevos..." Deja ahora de soplar el viento, y todo queda en calma. Para siempre.

No podía despedirme, desde luego, sin cumplir una promesa pendiente; aquí lo tienes (¡te quiero tanto!).
Y tampoco podía despedirme sin agradeceros a todos los que habéis pasado por aquí en este tiempo, cada palabra que me habéis regalado y cada minuto que me habéis brindado. Sería imposible pagaros todo lo que, con ello, me habéis hecho crecer. Pero, ya que traeros unos pastelitos esta complicado, quiero ahora haceros un regalo de despedida. Me ha llevado mucho tiempo prepararlo (uno no es, precisamente, un iluminado de la informática) y el resultado no es gran cosa, pero significa tanto todo lo que hay aquí dentro que me emociona mucho que sea lo último que voy a compartir con vosotros. Cada imagen que he utilizado ha sido especial para mí este año, pues ha acompañado ha alguno de mis post, o se quedó en el tintero para hacerlo (no sabéis la cantidad de post que no han visto la luz, y lo especiales que son también para mí...); y cada palabra de esta canción, desde que la escuché la primera vez, me hace llorar, y me pone un nudo en la garganta que sólo me deja decir... GRACIAS.


Encerrado en un cuerpo equivocado, con mil llagas en las manos,
luchando por vivir dentro del huracan que le atropella
que le asfixia, que le atrapa, que tanto le hizo sufrir.
Lo importante era el fin, su manera de sentir.

La esperanza le jugo malas pasadas
devolviéndole en revancha el afecto que entregaba:
y aún el huracan le atormentaba
esos sueños que anhelaba el sentir como una flor...
Donde no existe condena si se trata de el o ella.

El viento va, peinandote, se que es posible, que esconda su amor
bajo un rincon, sin dejarse ver.Si por un beso pones la vida,
¿que importa tu sexo?;
si pones el alma en cada gesto de amor que le dabas...

Como una flor, sientes dolor, al deshojarse el corazon,
sientes la espina que rompe tu llanto. Si por un beso pones la vida,
¿que importa tu sexo?; si pones el alma...

Y hoy que vuelves la mirada a tu pasado, y quizas emocionado,
te preguntas el por qué valió la pena acaso tanto esfuerzo
soportando tempestades por sentir como una flor...
Donde no existe condena si se trata de el o ella.

Y comprendes que la vida esta de vuelta y sonries con mas fuerza
contemplando esta vez que en vez de un huracan
ya solo hay brisa, que al peinarte no se fija si se trata de ella o el...
Y ahora no existe condena; Y al final valió la pena.

El viento va, peinandote, sé que es posible, que esconda su amor
bajo un rincon, sin dejarse ver.Si por un beso, pones la vida,
¿que importa tu sexo?;
Si pones el alma en cada gesto de amor que le dabas...

Como una flor, sientes dolor, al deshojarse el corazon,
sientes la espina que rompe tu llanto. Si por un beso pones la vida,
¿que importa tu sexo?;
si pones el alma en cada gesto de amor que le dabas...

Como una flor...

Por haberme leído, y por haberme querido... GRACIAS.

A partir de ahora, la brisa que nos peina nos mantendrá unidos...