17 mayo 2006

Mi castillo de arena


Miralo. ¿No es precioso? Es como siempre lo había imaginado cuando era un niño: cuatro torres bien recias, y una más alta en el centro, en la que ondea nuestra bandera. Rodeado por un foso y con un gran arco de entrada sobre el que luce nuestro escudo. Aunque no puedas verlos, los salones y alcobas son los más maravillosos que puedas soñar. Están decorados con cortinas de satén, con frescos de los mejores artistas, con muebles de caoba y roble, y con artesonados dorados que dejarían boquiabiertos a cualquiera. Pero, si no cierras los ojos, nunca podrás verlos, porque desde fuera sólo se ven esos muros color tierra que, aunque dan forma a mi castillo, no son capaces de transmitir toda la grandeza con la que yo lo he soñado. Como siempre, lo más hermoso está detrás de esos muros, y como siempre, si no dormimos la mirada y vemos con el corazón, toda esa belleza pasará desapercibida ante nuestra ojos.
¡No puedo creerlo! La marea ha subido, y ya roza el castillo. Con cada milimetro de terreno que gana el océano, la amenaza que se cierne sobre mi fortaleza crece. Las torres, el arco, los muros, nuestra bandera... Todo va hundiendose sin remedio con el avance de las olas y, aunque lo intento, no soy capaz de hacer algo que detenga su camino...
Ya nada queda de mi castillo de arena, salvo su recuerdo. Ya nada queda de sus muros opacos de arena, que daban forma a mi sueño.
Ya no hay muros... Ya no hace falta que cierres los ojos... ¿Ves ahora los salones?

4 Comments:

Blogger Ana said...

Cierro los ojos y veo a un hombre que tiene las paredes de su casa blancas y limpias. Tiene un gran salón con sofás mullidos y montón de almohadones donde relajarse y conversar. La luz entra a través de grandes vetanales desde donde se ven árboles y montañas y el viento entra meciendo las cortinas de seda transparente.
Su casa está cimentada con hormigón y sentimientos, y juntos hacen una mezcla inamovible.
Y ofrece llaves a sus amigos, llena la nevera de agua fresca, en la despensa hay bizcocho y la cafetera siempre mantiene el café caliente.
Y cuando entras sale a recibirte y sabes que su casa es tu casa.
Gracias Javo.

17 mayo, 2006 11:41  
Anonymous Anónimo said...

Querido, tus salones son preciosos.
Tienen inmensos ventales por los que entra la luz del día, por las noches la luna se sienta en tu sofa, se cuelan las estrellas y si miras desde lejos ves que desprenden destellos de luz, lo bueno es que cuando llegas y los contemplas, te das cuenta que la luz la desprende la mano del decorador.

17 mayo, 2006 16:31  
Blogger elputojacktwist said...

¿será posible que hayamos escrito sobre lo mismo sin ponernos de acuerdo?

vecinos, compañeros, frikis y telépatas

Un abrazo

30 mayo, 2006 13:10  
Anonymous Anónimo said...

Un soñador,que es capaz de ver lo que de otra manera es imposible......pero ¿que es la marea?,¿que es aquello que hace desaparecer los muros?¿que es aquello que deja al descubierto esos balcones?...que importante es ver lo que hay detras de cada muro sin derribarlo......esperando a que el tiempo o dscubra por si mismo,sin buscar adelantar el tiempo o atrasarlo...me parece que este escrito dice o cuestiona mucho...

09 enero, 2007 00:08  

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